Capítulo 34.
Durante todo su entrenamiento le indicaron que el instinto nunca debe ganar a la razón o al sentimiento, fueron años de contener a su lobo.
Era un ejemplar de alto calibre, su rango sobrepasó los límites de sus guías y entrenadores.
Fue muy difícil para Jungkook encontrar el perfecto equilibrio entre su alfa y él, eran uno, pero su instinto era despiadado, frío, calculador y no tenía piedad.
En la academia nunca se imaginaron el poder del alfa, su olor decía que este no presentaba mayor dificultad, pero con Jungkook aprendieron que nunca se deben dejar de llevar por fragancias o estereotipos.
El olor terroso y de lluvia con el poderío y magnificencia del lobo: grande, fuerte, hábil, rápido, el mejor rastreador que sus guías pudieron ver.
Llevó una gran lucha interna cuando sus padres murieron, todo el tiempo trataba de canalizar la furia y controlarla para hacer el bien.
Pero hoy, hoy todo sería distinto.
Su alfa arañaba dentro de su pecho luchando por salir, Dongwoo estaba cerca, el muy maldito cobarde pensó que saldría ileso.
Divisó varios de los automóviles de los guardias de Dongwoo, su olfato inmediatamente captó el olor putrefacto de Dongwoo y el de una omega muy asustada.
—Los tenemos Yoongi, prepárate —ordena.
—Listo hermano, acabemos con los malditos.
Uno de los guardias de Dongwoo se fijó en los autos que venían tras ellos, alertó a sus compañeros y al jefe.
—Mierda, acaben con ellos, no quiero a nadie con vida —demandó furioso.
Yoongi analizó el desplazamiento de los autos para formar una protección a donde se encontraba Dongwoo.
—Idiotas.
—Bien, Yoongi demuéstrame tus habilidades de manejo amigo —Jungkook empezó a pasarse a la parte de atrás para tomar una de las metralletas, el alfa de ojos café tomó sin ninguna dificultad el volante.
Uno de los autos policías activó la sirena para abrir paso y evitar una catástrofe. Los maleantes salieron por las ventanas para apuntar y disparar, los apoyos de Jungkook y Yoongi fueron delante de ellos para desviar la atención a los otros mientras los alfas se ocupaban del pez gordo.
La persecución dio inicio con vueltas arrebatadas, frenazos y una lluvia de balas. Una inminente catástrofe era lo que veía, una de las patrullas tuvo la magnífica idea de acelerar y arremeter con uno de los conductores de Dongwoo, haciéndolo salir y dejando el paso a Yoongi para pasar.
Dongwoo estaba furioso y Nayeon no dejaba de llorar muy histérica, a lo que el alfa le propinó un fuerte golpe para hacerla callar.
—Bien partida de inútiles inservibles, parece que yo tengo que hacer todo porque ustedes son una porquería —vocifera en regaño.
El alfa tomó una de las armas preparándose para atacar, el conductor trazó en su mente una vía de escape, aún los seguía otros dos autos para resguardarlos, cuando notaron que Yoongi los seguía de cerca mandaron a uno a eliminarlo.
Yoongi era un haz en el manejo, ajustó el espejo retrovisor para ver a Jungkook —¿Tienes chaleco protector?
—Sí, ¿y tú?
—Sí, bien ten mucho cuidado, haré lo mejor posible para acercarme.
Jungkook salió por el sunroof del auto acomodando bien el arma sobre el respaldo y tener una buena vista. Los hombres de Dongwoo dispararon y Yoongi serpenteó para evitar que fueran lastimados.
Una curva bastante pronunciada se venía al frente y Yoongi sonrió sabiendo la maniobra perfecta para hacer que el auto saliera volando, pisó el acelerador gritando a Jungkook que se sujetara bien, hizo derrapar las llantas del auto para girar y continuar su camino.
El conductor del otro auto se desconcertó perdiendo el equilibrio, su compañero seguía disparando en contra de los policías, al ver el derrape de Yoongi pensó que se estrellarían, pero no contó que más adelante había unos contenedores de concreto por una construcción que estaba en proceso.
Sin tener tiempo de frenar el auto colisionó contra eso, el impacto fue tan fuerte que el auto salió volando por los aires dando vueltas hasta caer con las llantas hacia arriba.
—Yoongi, maldito desgraciado, eso fue una excelente jugada —Jungkook gritó desde arriba.
—Gracias amigo, ahora sigamos.
Dongwoo gritó enfurecido cuando vio la sonrisa malvada de Jungkook crecer en su rostro.
El ojiazul se colocó bien sobre el arma, ajustó la palanca de carga posicionándose para fijar su vista en la mirilla posterior, acomodó el seguro pasando su dedo índice por el gatillo, supo que fue un tiro limpio y justo en el objetivo cuando el conductor cayó de frente al volante. El auto patinó perdiendo el rumbo, estrellándose con la otra camioneta cerca de la construcción.
Yoongi se detuvo sonriendo —Buen tiro —halagó saliendo del auto.
—Encárgate de la omega Yoongi —demandó.
Las manos de Jungkook temblaban por la fuerza, sus venas resaltaron y la voluntad a punto de desbordarse a causa del esfuerzo que hacía de no dejar a su lobo salir, su postura era más erguida a cada paso que daba, sus hombros se cuadraron y realmente se notaba más grande y poderoso.
Escuchó a Dongwoo maldecir dentro del auto, Yoongi llegó al otro lado de la camioneta con arma en manos, había otro guardia dentro.
Un alfa abrió la puerta golpeando a Yoongi haciéndolo caer de espaldas.
—Mierda, siempre me tocan los putos Goliat —dijo al ver el enorme tamaño del alfa.
Se puso de pie y el alfa se acercó intentando patearlo, pero Yoongi esquivó el golpe usando sus manos como escudo.
Yoongi extendió el puño para propinarle un golpe limpio, el alfa sujetó su mano aventándolo lejos del auto.
—Bien, no me gusta jugar tanto —el policía atacó de nuevo devolviendo la patada justo en su pecho.
El alfa trastabilló dando pasos inseguros hacia atrás, ese fue el momento y Yoongi siguió luchando hasta que este intentó aplicar una llave de lucha sobre su cuello, sonrió creyendo que lo tenía, pero Yoongi con sus tácticas se giró empujando su mandíbula con ambas manos, parecía que el alfa no cedía y no le quedó más remedio que torcer su cuello para finalizar de una vez este estúpido juego.
—Maldición odio hacer esto, idiota —gritó golpeando el cuerpo ya sin vida.
Jungkook esperaba paciente, pero con un hambre voraz de venganza a que Dongwoo saliera del auto, acabó en un par de segundos con otro alfa que intentó atacarlo. Cuando Dongwoo al fin este abrió la puerta dejo ver una enorme pistola en manos para poder defenderse, el alfa de ojos azules resopló burlón.
—Parece que tú y yo tenemos cuentas pendientes —Jungkook dio un par de pasos.
—No te atrevas a tocarme hijo de puta o lo único que encontrarán de ti es tu cuerpo como coladera —Dongwoo hizo frente.
—¿Y en dónde están tus modales, imbécil? —Jungkook se burló y Dongwoo notó esa maldita vena que resaltaba el cuello del policía.
—¿Qué no te los demostró el puto de Jimin? —dijo caminando hacia atrás buscando una ruta de escape.
—Cuida tu boca, maldito idiota, ¿o es que alguna vez has visto hablar a alguien sin lengua? —espeta con un par de tonos más bajos en su voz.
—No me hagas reír maldito policía.
—¿En qué momento dije que fuera broma? —Jungkook cuestiona levantando una ceja, era un placer culposo ver el miedo crecer en el alfa.
—Entonces el inservible de Jimin aprendió de ti, ¿eh? —el alfa buscaba con qué defenderse hasta que divisó unos pequeños tanques de gasolina apilados que usaban para la maquinaria en la construcción.
—Puede ser —Jungkook le responde acercándose a pasos peligrosos.
—Una mierda total, ¿sabes cuánto tiempo me llevó amoldarlo para que un idiota como tú destruyera todo mi trabajo?
—Es que me sorprende que seas un alfa, eres una maldita escoria, anda y ven, veamos si eres lo suficientemente valiente para atacarme, ¿o te da miedo? —pregunta burlón.
Jungkook continuó —¿O es que solo te sientes superior con los omegas? No creía que el gran Dongwoo fuera tan cobarde.
Dongwoo se carcajeó —Que empiece el juego —corrió atacando para golpear al ojiazul.
Jungkook esquiva y pega fuerte justo en la nariz de Dongwoo. Su lobo se burla, impaciente por tomar su turno y acabar con él.
—No sabes lo feliz que seré cuando le envíe a Jimin imágenes del nuevo tapete que haré con tu asquerosa piel —escupe una mezcla de saliva y sangre después de un golpe que Jungkook dio.
—Más acción y menos palabras, me estoy aburriendo —Jungkook comenta con sorna.
El alfa se abalanzó de nuevo, era una pelea puño a puño, pero para el ojiazul era como un juego, tomó a Dongwoo del cuello haciéndolo estampar fuerte contra una vieja pared.
—¿Te dolió? ¿Qué crees? Me vale una mierda —habla ejerciendo presión para después soltarlo, Jungkook hacía que Dongwoo sufriera los mismos golpes que le hizo pasar a Jimin.
Dongwoo se puso de pie gritando, intentó hacer un agarre alrededor de su cuello, pero Jungkook se lo sacudió tirándolo al suelo con mucha fuerza, provocando un quejido.
—¿Te lastimé? —Jungkook finge preocupación y de inmediato pega tres patadas, estómago, costillas y rostro. El ojiazul sonríe.
Dongwoo tomó un puñado de tierra y lo lanza en su rostro, Jungkook se hace atrás en medio de una burla.
—¿Dónde está el gran alfa que lo puede todo? —chasqueó la lengua—. Pensé eras mejor que toda esta mierda, pero eres un tremendo idiota, un alfa tan inútil, una vergüenza asquerosa que no puede ir a hacer frente en una pelea. Un total desperdicio —Jungkook usa las mismas palabras que le decía a Jimin.
—Silencio... —Dongwoo grita.
Jungkook golpea su espalda haciéndolo caer de nuevo —¿Y si no quiero qué? ¿El alfa inútil se pondrá a llorar?
Dongwoo giró los pies haciendo caer a Jungkook, se abalanzó sobre él. Jeon cruzó las manos para evitar que lo golpeara.
Jungkook sonríe al ver los intentos fallidos de Dongwoo de atacarlo —Así que te gusta arriba, ¿no? Lo siento, no me van los imbéciles de mierda y putos cobardes —en un ágil meneo eleva la rodilla golpeándolo en sus partes bajas, se dio la vuelta y lo golpeó para ponerse de pie.
—Algún día te darás cuenta de que es un inservible, un maldito omega defectuoso —Dongwoo escupe.
A Jungkook le hirvió la sangre, observó como intentaba pararse sujetado su brazo.
Dongwoo caminó rodeando al ojiazul para llegar a concretar el plan que hizo en mente —Es un puto inservible, no sirve para nada ni siquiera para calentar una polla —dice aguantando el dolor, algo punzaba en su interior, su rostro estaba ensangrentado.
—Será mejor que te calles o te arrepentirás —Jungkook hablaba en un tono extremadamente pacífico.
—¿Te pica la polla que hable de la zorra? —responde tomando uno de los tanques que divisó rociando el líquido para alcanzar al alfa y a los autos—. Arderás maldito.
—Eres más idiota de lo que creí.
—Volveré por ellos —intenta dar una patada y Jungkook lo toma del pie, con la mano libre le da justo sobre la boca. Dongwoo cae y lo vuelve a patear.
Dongwoo escupe sangre y un par de dientes.
—Sí que eres una lagaña asquerosa, un remedo de alfa, una burla para esta y todas las castas —Jungkook le vio con una mirada intensa.
—Que tú seas un idiota que no sepa domarlos no es mi problema —habla amortiguado.
—Bueno, esto lo dice el inútil que se defendía detrás de todos sus alfas, lo dice el imbécil que usaba su poder para doblegar a los supuestamente más débiles, lo dice la mierda cobarde que se ocultaba y nunca daba la cara, lo dice el puto cobarde de mierda que parece que le van los alfas, pero como es un idiota reprimido abusa de los demás.
Eso le tocó los huevos al alfa haciéndolo enfadar atacando a Jungkook con el arma que se encontraba tirada.
—Dame más, vamos, yo sé que tú puedes —Jungkook dijo después de quitársela y estrellarla en su espalda haciendo caer al alfa al suelo.
Dongwoo se quitó el saco que llevaba puesto, tomó un fierro tirado raspándolo por el concreto, el tope con el suelo, sacaba unas chispas con el roce.
Dongwoo creyó que se doblegaría a Jungkook metiendo a Jimin en medio.
—Veremos si tus gritos son parecidos a los de la zorra de Jimin cuando lo tomaba.
Mala decisión... es decir, pésima decisión.
—Eres un hijo de puta —Jungkook sisea.
—¿Qué tu omega no te informó? Este es un pequeño consejo, idiota. A él le gusta rudo, le excita que lo domes.
Dongwoo intentó golpear a Jungkook pensando que esas palabras lo habían afectado, pero fue todo lo contrario cuando el alfa tomó el fierro apartando el golpe, lo retorció hasta que el idiota lo soltó y él lo toma golpeándolo en las piernas, Dongwoo grita e intenta ir en su contra.
Su estúpido intento de golpearlo fue en vano, el alfa de ojos azules sujetó su muñeca doblegándolo de dolor hasta que se escuchó el sonido de algo quebrándose.
—Upss, ¿adivina? Me vale una mierda, qué frágil eres, tan inútil —se burla viéndole el rostro.
—Idiota me rompiste el brazo, te voy a hundir, no sabes de mi poder —chilló el alfa en dolor.
—No me digas.
Jungkook parecía jugar al gato y al ratón, un golpe en el rostro y la nariz de Dongwoo pareció desviarse haciendo brotar una buena cantidad de sangre.
—Maldito bastardo, enviaré a un ejército contra ti —volvió en su fallido intento de golpearlo.
—¡Lo que digas!, me lo paso por el culo —golpe en el estómago, haciéndolo retorcer como la maldita sabandija que era, Jungkook limpió la inmunda sangre de Dongwoo con sus propias ropas. Golpeó fuerte sus costillas asegurándose de romperlas.
—¡Idiota, ya verás que a la próxima volverá a mí como la perra rogada que es y ese bastardo estará donde siempre perteneció! —gritó escupiendo sangre. Jungkook lo toma y le da contra el piso.
Dongwoo lo sujeta de la tela de su pantalón, Jungkook le toma el brazo y se lo retuerce, Dongwoo grita, Jungkook puede ver el hueso salir de la piel.
Jeon nota que el alfa saca una pequeña pistola. Dongwoo tiembla y parece querer llorar, está tan golpeado que su rostro está desfigurado.
—Tan cobarde que no puedes terminar una pelea a puño.
—Silencio, cállate —intenta ponerse de pie.
—¿O qué?
El alfa haló del gatillo, pero no salió nada, la pistola no estaba cargada.
—Debes fijarte siempre en tener provisiones, dicen que todo se parece a su dueño, pequeño e inservible —Jungkook saca su propia arma y dispara a una de sus piernas haciéndolo caer por completo—. Hagamos que estén iguales —dijo disparando a la otra—. Mejor así.
—Los voy a matar a todos, y los destrozaré frente a ti, ese será mi premio —siseó adolorido.
Jungkook puso su gran bota en la herida reciente, haciéndolo gritar de dolor.
—Cierra la puta boca, ¿no te cansas? Así que tú también gritas, ¿no? —golpea su rostro.
—Lo haré arrastrarse y haré que coma mierda, tu jodida familia estará como zorra en celo esperando recibir las pollas donde los venderé.
No más piedad, suficiente, el creciente enojo de Jungkook se multiplicó por la forma tan vil y asquerosa con que se refirió a su familia.
—Tú maldita escoria, convertiste a mi omega en cenizas, pero de ti ni polvo quedará en mis manos.
—Soy su alfa... —Jungkook se ubicó sobre él, golpeando el rostro en repetidas ocasiones, lo hizo sangrar y berrear de dolor.
—Cállate, no quiero escuchar tu puta voz —golpeó con suma fuerza la mandíbula del alfa.
—Yo... —Jungkook bufa exasperado, saca una navaja y presiona sus heridas, Dongwoo grita y el ojiazul toma su lengua y la corta, le hace una mueca de asco.
Tener a Dongwoo así hizo que su piel se erizara, su parte humana tuvo venganza, ahora era turno de su instinto.
Los huesos de Jungkook crujieron, un fuerte rugido se escuchó y Dongwoo solo pudo ver al enorme y feroz lobo gruñendo delante de él.
El alfa se acercaba un paso a la vez acechándolo, Jungkook sentía el miedo crecer en el maldito de Dongwoo.
La tierra parecía temblar en cada una de sus pisadas. Su mirada era intensa como el de un depredador a punto de degustar la cena.
Dongwoo en un vano intento de huir quiso arrastrarse, pero no podía, el lobo lo tumbó al suelo, sus patas aplastaron su pecho, el alfa desvió la cara cuando el rostro del alfa se acercó resoplando sobre él.
Dongwoo mojó los pantalones, parecía que el lobo sonreía maquiavélico.
En un inútil mísero y fallido intento de quitarlo de encima, quiso alcanzar el arma para dispararle al lobo, lo único que se ganó fue una gran mordida cerca en el hombro.
Dongwoo gritó intentando no ahogarse en su propia sangre.
El lobo se relamió los labios alimentándose del pánico de su presa, Dongwoo preso del miedo cerró los ojos al verlo gruñir, Jungkook lo tomó del torso, enterrando sus colmillos, desgarrando su piel, haciéndolo sangrar. Lo lanzó en repetidas ocasiones haciéndolo sufrir, sus garras rasgaban la piel de sus piernas. Lo golpeó una y otra vez, ese alfa merecía lo peor, merecía tener cada cicatriz que le hizo a su omega. Cuando el lobo se dio cuenta de que el alfa no podría más, lo dejó caer en el piso.
Lo último que Dongwoo pudo ver fue la gran boca del lobo abriéndose directo a su rostro, Jungkook arrancó la cabeza del cuerpo y la lanzó lejos.
El enorme lobo blanco aulló fuerte y dominante, acabó con quien hizo sufrir a su familia. Este era el fin.
✧✦✧
Yoongi se acercó viendo cómo Jungkook regresaba a su forma humana, en su mano cargaba algunas prendas y se las dio a su amigo para que se cubriera.
Jungkook arrastró el cuerpo de Dongwoo y como si fuera un peso muerto hasta dejarlo cerca del auto.
—¿Y la omega? —Jungkook aún se sentía afectado por su lobo, las venas de su cuerpo resaltaban.
—En custodia, tendrá mucho que explicar —hizo una mueca ante el fuerte olor a gasolina.
—Quiero que se pudra en prisión, no permitas que quede libre, si lo hace ya tengo registrado su asqueroso aroma, no quedará nada de ella.
—No te preocupes, tendrá lo que merece.
—¿Encendedor? —Jungkook pregunta.
Yoongi buscó en sus bolsillos y le tendió el que tenía guardado en sus pantalones, estaba algo confundido, el alfa caminó junto a su amigo esparciendo algunos recipientes con gasolina, le dio una mirada a Yoongi para alejarse del lugar.
Abrió la tapa del encendedor presionando el pulsador para que la flama saliera.
—Te lo advertí maldito, te dije que ni polvo quedaría de ti —habló tirando el artefacto, apreciando el camino de fuego que fue formándose hasta llegar al cuerpo de Dongwoo y los autos.
Ambos se dieron la vuelta, caminaron fuera restándole importancia a las explosiones y las llamaradas que salían de los autos tras de ellos. Era como una escena de película.
Jungkook al fin se sentía en paz, acabó con aquello que dañó a su omega.
Se sentía muy tranquilo y feliz al saber que estaba protegiendo a su familia.
Vieron a la omega con esposas en las manos mientras era llevada a la comisaria, Jungkook se acercó al oficial —Que dé su último aliento en la cárcel de omegas. No quiero piedad.
El agente asiente, reverencia demostrando su respeto. Nayeon llora y siente desmayarse en el momento que Jungkook gruñe en su dirección.
—¿A dónde, Jungkook? —pregunta Yoongi cuando están dentro del auto.
—Vamos a casa Yoon, llévanos con nuestros omegas.
Yoongi encendió el motor con rumbo en mente, ambos añoraban los brazos y el olor de sus parejas, fueron días estresantes, se merecían un poco de paz.
✧✦✧
Jimin era un manojo de nervios, necesitaba a su alfa, sentía que estaba bien, pero lo necesitaba en sus brazos.
Observaba a su pequeño tendido en la cama, Daebin dijo que la dosis de somnífero que le dieron era muy fuerte para el pequeño, gracias a la luna que ahora se encontraba recuperándose.
Hoseok lo acompañaba, ambos sorprendidos por todos los sucesos que pasaron, esperaban impacientes la llegada de sus alfas.
Yongsun estaba siendo atendida, la alfa tenía heridas internas que necesitaban atención, Jin estaba devorando unos pedazos de pastel y los doctores informaron que el omega estaba mejor que nunca y su bebé no sufrió ningún daño.
El omega castaño caminaba a donde se encontraba Jimin y Hoseok con algunos aperitivos para que comieran.
Se detuvo con la servidora en la boca, soltando el pastel de las manos, abriendo los ojos muy sorprendidos, llevó sus manos a su abultado vientre.
—¡Por Saturno! —Jin se dobló respirando pesado.
—Jin, ¿qué sucede amigo? Hoseok llama a Daebin —Jimin lo sujetó de la cintura.
—No, no te preocupes, es solo que... —tomó la mano de Jimin dejándola sobre su vientre mientras atrapaba su labio inferior con sus dientes—. Se movió, siente —ajustó su mano en el preciso lugar.
—¿Puedo? —preguntó Hoseok para sentir el pequeño revoloteo.
—Claro, mi pequeño bichito se mueve chicos, ¡estoy embarazado! —dijo llorando abrazándose a ambos.
—Lo sé, querido, es muy hermoso, ¿no? —Jimin felicita.
—Quiero a mi alfa Jimin, llévame con ella —pidió sentimental.
Hoseok se ofreció a llevarlo para que Jimin no se alejara de su cachorro.
Jaesung hizo algunos sonidos quitándose la fina manta que le cubría.
—¿Mami? —llamó asustado.
—Aquí amor no te preocupes, aquí estoy cariño —Jimin lo tomó en brazos apretándolo en su pecho.
Jaesung lo vio posando sus dos manos sobre sus mejillas, acariciándole el rostro.
—Mami lino —lo atrajo para luego besarlo.
—Mi corazón, te amo Jae, te amo tanto.
—¿Jin? —señaló al omega con preocupación.
Jin se acercó al bebé —Estoy bien Jae bonito, no te preocupes —calló de nuevo al sentir el movimiento en su vientre.
Jaesung se quedó viéndole extrañado —Bebé.
—Si amor, es mi bebé mira —Jimin lo bajó a la altura del estómago del omega y Jaesung observó el pequeño bulto llevando su manita para tocarla.
Se inclinó para pegar su mejilla a la piel cubierta —Bebé lina.
Los omegas lo vieron con sorpresa cuando el pequeño acarició con cuidado a Jin, se alejó recostándose en el cuello de su madre.
—Bien, llevaré a Jin con Yongsun, pediré que venga algún doctor con ustedes.
—Gracias, Hoseok.
Al quedarse solos en la habitación, Jaesung levantó su cabecita, acarició el rostro de su mami —¿Papi?
—No tarda amor, ya vendrá cariño, ¿le regalas un beso a mami cariño? —pregunta.
Jaesung rió un poco tímido parando sus labios para darle un pequeño beso a Jimin. El omega aprovecha y junta su cuello con su bebé para marcarlo con su aroma.
—Gracias, amor, ¿tú no quieres uno? —acaricia sus mejillas, y sus ojos se cristalizan.
El cachorro asintió, pero Jimin dejó más de uno por todo el redondo rostro del bebé. Jaesung cerró los ojos haciendo pucheros —Ya bebé, estamos bien, cariño.
Estaban tan encerrados en su burbuja que no notaron cuando la puerta fue abierta.
—¿Y para mí no hay besos? —Jungkook entra sonriente.
—¡Alfa! —Jimin se sorprende.
—¡Papi! —Jaesung aplaude.
Exclamaron los dos al mismo tiempo, provocando una enorme sonrisa en el rostro del alfa.
Jimin se levanta de la cama con más lágrimas en su rostro.
Jungkook saludó al pequeño besando su rubia cabecita —Mi bebé tan lindo como siempre —Jaesung se acuesta en Jimin de nuevo—. Omega —Jungkook suspira atrayéndolo a su pecho.
Lo apretó más fuerte al sentir los sollozos de Jimin en su traje. Jaesung se deleitó en el aroma de ambos.
—Ya amor, ya pasó todo, ahora estamos a salvo, ya no hay más peligro.
—Lo sé, gracias al ir por mí Jungkook, sabes que te amo, ¿verdad alfa?
—Por supuesto amor, yo también te amo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro